Casas ecológicas
Foto: edificio Impulso Verde. ¿Qué entendemos por “casas ecológicas”? Son unas viviendas habitables que consiguen el mínimo consumo energético, según la orientación de la construcción, el terreno y la naturaleza alrededor. Son autosuficientes y no dependen de fuentes no locales de energía.
Se trata de priorizar materiales sostenibles, como son los biodegradables, y de baja huella ecológica, cuya producción, transporte y reciclaje conlleve pocas emisiones de CO2.
Pero, ¿cómo conseguir energía de forma sostenible? Lo primero en lo que pensamos es en las placas solares, la aerotermia o el ecodiseño inteligente. Las placas solares captan los rayos del sol para transformarlos en electricidad o calor. Pueden ser fotovoltaicas, térmicas o híbridas.
La aerotermia es una tecnología que permite aprovechar la energía almacenada en forma de calor en el aire exterior para producir calor y frío. Se consigue mediante una bomba de calor reversible: para generar calor, el circuito funcionará en un sentido y para refrigerar, lo hará en el sentido contrario.
El ecodiseño permite reducir los posibles impactos medioambientales desde el proceso de diseño de la casa sostenible. Apuesta por un bajo consumo de recursos y materiales.
La clave es promover la instalación o utilización de fuentes de energía renovables. Si no es posible la generación local mediante la instalación de sistemas en el propio edificio, intentar conseguir energía limpia. Instalar luces de bajo consumo, contar con electrodomésticos energéticamente eficientes, con etiqueta energética A, conseguir un adecuado aislamiento térmico y acústico…. Son características de una vivienda sostenible.
Proyectos para casas ecológicas
Pero la investigación va más allá. Proyectos como ALGAVOLTAICA, impulsado por Solartys, el clúster de la energía solar, ya son una realidad. ALGAVOLTAICA busca desarrollar un panel con algas para fachadas, de forma que integre la naturaleza en las ciudades, produciendo energía y comida, como la espirulina, aportando beneficios climáticos a los edificios gracias a su sistema de sombreado. Los objetivos son, aparte de producir energía verde, descarbonizar las áreas urbanas gracias a un sistema de fachada que pueda optimizar la capacidad de las algas de transformar CO2 en oxígeno, impulsar la investigación de nuevas fuentes de producción energética y fomentar la producción de súper nutrientes en áreas urbanas.
Hay otros proyectos como GROOF (Invernaderos para reducir el CO2 en los techos), del que ICTA-UAB es socio, para reducir la huella de carbono. Se trata de estudiar las sinergias entre la industria de la construcción y la agricultura mediante la construcción de cuatro invernaderos en tejados de cuatro ciudades europeas. La idea es utilizar los invernaderos en la azotea como una herramienta para recuperar de forma activa (uso del sistema de ventilación) y pasiva (efecto de aislamiento) el calor producido. De este modo, se utiliza en una producción hortícola instalada en un invernadero en la azotea. Asimismo, se recoge el CO2 producido por la actividad humana y las actividades del edificio de apoyo para alimentar las plantas.
Certificados de construcción sostenible
Los certificados de construcción sostenible como BREEAM ofrecen en sus metodologías una serie de medidas que contribuyen a mejorar la eficiencia energética de los edificios evaluados.
BREEAM® (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) es el método de evaluación y certificación de la sostenibilidad en la edificación técnicamente más avanzado y líder a nivel mundial por el número de proyectos certificados desde su creación en 1990.
BREEAM® fomenta una construcción más sostenible que repercute en beneficios de ahorro, salud y ambientales para todas las personas vinculadas a la vida de un edificio (inquilinos, usuarios, promotores, propietarios, gestores, etc.), al tiempo que traslada la Responsabilidad Social Corporativa de la empresa a la sociedad y al mercado de forma inequívoca y fácilmente perceptible.
Es la única metodología de construcción internacional que se adapta al idioma y la normativa técnica de cada país. En España es operado desde el año 2010 por el Instituto Tecnológico de Galicia.
ArquitIE es un estudio de arquitectura e innovación ecológica que trabaja según la filosofía BREEAM® para crear espacios más sostenibles. Es un equipo formado por profesionales especializados en el sector de la arquitectura y la construcción ecológica, sostenible y eficiente energéticamente, “concienciados de que se puede crear acogedores espacios en equilibrio con el entorno que nos rodea; aportando y no destruyendo”.
Edificios pasivos
Realizar un diseño del edificio pasivo y bajo en carbono, cuyo análisis incluya aspectos como la localización del inmueble, el clima, orientación o estructura es esencial.
Los edificios pasivos son aquellos que “para su climatización utilizan estrategias que requieren el mínimo aporte de energía externa”, mientras que los activos son “aquellos que para su climatización necesitan energía de origen fósil u otra”, tal como define El Fil Verd.
Tal como comentan en su blog, las herramientas para conseguir un edificio pasivo son: planificación y diseño bioclimático, aislamiento continuo y óptimo, control de la hermeticidad al aire, regulación de la humedad interior, uso de materiales naturales, etc.
El Fil Verd es un estudio de arquitectura que trabaja a diferentes escalas en los ámbitos de la arquitectura y del paisaje, con un enfoque especial hacia la integración con la naturaleza, el bienestar de las personas y la eficiencia energética.
Uno de sus proyectos ejemplifica su buen hacer. Se trata de La Casa en el Bosque. Es una vivienda unifamiliar pasiva y bioclimática en el bosque del Garraf en la costa sur de Barcelona. La climatización se soluciona con estrategias de aprovechamiento de los recursos naturales como sol y viento. El aporte de calor en invierno se consigue a través del efecto invernadero de la superficie vidriadas y de losmuros de “Trombe-Mitchell”, que actúan como colectores solares en invierno y como potenciadores de la ventilación natural en verano.
Urbanismo sostenible
Otro ejemplo es el edificio Impulso Verde, paradigma de urbanismo sostenible, tal como explican desde FSC España, ya que se ha utilizado la madera como principal material constructivo y se han aplicado estrategias para lograr el máximo ahorro energético. Entre estas medidas, destaca la distribución programática en función de la orientación, el aprovechamiento de la iluminación natural, la inserción de espacios activos de regulación térmica o el empleo de un sistema de gestión y control centralizado. El edificio emplea energías renovables, fotovoltaica y biomasa local, e incorpora un sistema de recuperación de lluvia para utilizar en riego. La envolvente térmica del edificio está diseñada para garantizar la estanqueidad al aire. Exteriormente, está recubierta por un sistema de fachada tecnológica ventilada de pizarra local, un material natural de uso tradicional en Galicia.
Además, las emisiones de CO2 procedentes de la producción de los materiales empleados es un 90 % menor que en edificios de hormigón y acero. El edificio, gracias a la madera empleada, absorbe alrededor de 280 t de CO2.
Estos proyectos son ejemplos de edificios sostenibles, pero cada vez son más los proyectos que son una realidad.