La ciudad de Valencia, pionera en mejorar el reciclaje de los pequeños plásticos a través del contenedor amarillo

La Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Valencia y la Alianza para el Reciclaje de los Pequeños Plásticos (ARPP) han implementado un proyecto experimental escalable en la ciudad de Valencia. Se trata de un proyecto para mejorar el reciclaje de los pequeños plásticos, que contribuirá a reducir las tasas de rechazo a vertedero e incrementará el porcentaje de plástico reciclado.

Se considera “pequeños plásticos” a las cápsulas, tapones y tapas y algunos yogures. Estos plásticos llegaban a las plantas de selección de envases de Valencia, pero no se conseguían separar y reciclar de forma correcta.

Desde ayer, la población de la capital valenciana puede depositar las cápsulas de café de plástico en alguno de los 3.900 contenedores de envases con que cuenta la ciudad.

Nueva campaña informativa

Para concienciar a la ciudadanía a depositar de forma correcta todos estos residuos, se ha iniciado una campaña informativa por la ciudad. Bajo el lema “Plàstic xicotet, al contenidor groguet” (plástico pequeño, al contenedor amarillo), se anima a los valencianos a realizar una gestión correcta de los residuos y a reciclar estos pequeños plásticos.

Para hacer factible esta recogida a través del contenedor amarillo, Nestlé, a través de Nescafé Dolce Gusto, como miembro impulsor de la ARPP, ha llevado a cabo este proyecto experimental escalable. Ha supuesto la instalación de un robot con inteligencia artificial en la planta de selección y clasificación de residuos de envases ligeros de Picassent (Valencia).

De esta manera, se favorece que se capture y extraiga del flujo de residuos aquellos materiales plásticos de pequeño tamaño que se puedan aprovechar, para su posterior reciclado.

El material obtenido se enviará a empresas recicladoras para su procesamiento. Como resultado, se dispondrá de una granza que se podrá emplear tanto como materia prima de segunda generación para la elaboración de nuevos objetos, como para obtener nuevos plásticos reciclados.

Precisamente, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico incluyó este proyecto experimental escalable en su “Catálogo de Buenas Prácticas de Economía Circular”, publicado el pasado mes de noviembre, como claro ejemplo de economía circular.