La viña de la D.O. Penedès necesitará entre una y dos veces más agua en 2030
Foto: IRTA. La viña de la D.O. Penedès necesitará más agua. El territorio de la D.O. Penedès es una zona de secano, pero cada vez llueve menos. En la temporada de este año, ha llovido un 40 % menos que en la anterior. Las cepas sufren cuando les falta agua, el grano de la uva es más pequeño, más dulce y madura antes de tiempo. Ante la falta de agua, la solución más rápida es regar, pero los expertos advierten que regar no será una solución definitiva ni sostenible para adaptarse al cambio climático.
Investigadores del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), expertos de la Agencia Catalana del Agua (ACA) y del Centro Tecnológico de Cataluña (EURECAT) presentaron el pasado miércoles en Vilafranca del Penedès los resultados del proyecto «SECAREGVIN: Viabilidad de la transformación de vid de secano a regadío en la D.O. Penedès». Lo han hecho en el marco de la jornada «Será viable la viña de regadío en la D.O. Penedès?». -En el encuentro, los investigadores han señalado que es necesario saber cuánta agua disponible hay en cada territorio y diseñar y ejecutar estrategias de adaptación a escala local y regional. «Uno de los principales problemas no es que haya menos agua, sino que cada vez se evaporará más y más rápido debido al aumento de las temperaturas», ha advertido el investigador emérito del IRTA Robert Savé. El primer informe de cambio climático para el Mediterráneo MedECC indica que a finales de siglo las temperaturas podrían aumentar hasta 2ºC en toda la cuenca mediterránea, o hasta 5ºC en el peor de los casos, según los escenarios del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).
La técnica del IRTA Inmaculada Funes, presentó las proyecciones climáticas y agronómicas del proyecto SECAREGVIN. En el peor escenario, a finales de la década actual, la viña de la DO Penedès necesitará entre una y dos veces más agua que la del período de referencia (43 mm/año de media calculado durante el período 1972-2005) y hasta cuatro veces más a finales de siglo.
La jornada hizo hincapié en valorar la fuente más adecuada y las ventajas e inconvenientes de los distintos sistemas basados en ahorro, eficiencia y adaptación. Una de las alternativas más viables sería aprovechar aguas regeneradas de las depuradoras cercanas al territorio para uso de riego. Esto conllevaría una gran inversión en infraestructuras, tratamientos y seguimiento de calidad del agua. Todo ello también tiene que ver con conocer la huella hídrica para saber el impacto ambiental que tendría en el fondo freático este consumo de agua, tal y como expuso David Sanjuan, investigador de EURECAT.